Enviada especial de LA GACETA
Atraídas por la historia del presunto asesino serial de Jujuy, todas las miradas estuvieron puestas en los últimos días en el barrio Alto Comedero. Allí, más precisamente en el sector 8 de Marzo, se encuentra la casa de Matías Jurado. Según el relato de su sobrino, el hombre de 37 años llegaba cada viernes con un hombre, consumían bebidas alcohólicas, lo mataba, lo descuartizaba, lo quemaba y arrojaba los restos a la basura. Tras allanar esa vivienda, los investigadores entendieron que no podían descartar nada. Adentro había sangre, restos óseos, piel humana y herramientas, como serruchos y machetes.
Mientras la investigación avanza, y esperan identificar a quién o a quiénes pertenecen esos restos, las personas que no viven en la capital jujeña se preguntan dónde queda Alto Comedero y cómo es ese lugar.
Parecía lejano
Casi 10 kilómetros separan a la plaza Manuel Belgrano de San Salvador de Jujuy del barrio Alto Comedero, casi la misma distancia que hay entre la plaza Independencia en San Miguel de Tucumán y Yerba Buena. Cuando se edificaron las primeras casas, a mediados de la década del 80, parecía un lugar lejano y apartado de todo. Sin embargo, es hoy el barrio más grande de la ciudad. Según dijo a la prensa local Diego Mamaní, presidente del Centro Vecinal Nuestra Señora del Loreto del sector B6, Alto Comedero tiene más de 140.000 habitantes y su población se ha duplicado desde 2010.
El barrio está ubicado al sur de la capital. “Más cerca de Palpalá que de San Salvador”, advierte el profesor de Historia Carlos Quiroga, quien sostiene -como mucha gente en Jujuy- que en Alto Comedero ya están dadas todas las condiciones para independizarse y tener un municipio propio.
LA GACETA en Jujuy: el caso del asesino serial se instaló en todas las conversaciones y no deja de causar terrorLa transformación
Quiroga indica que el barrio nació tras el retorno de la democracia, cuando el Gobierno decidió expropiar unas 600 hectáreas y levantar un complejo habitacional para familias de clase media-baja. “Comenzó bien, pero después hubo muchas desprolijidades y se fue transformando hasta convertirse en lo que es hoy: un barrio con problemas de luz, de cloacas, de ilegalidad, de venta de drogas, donde pasan estas cosas”, analiza.
Cuando habla de “desprolijidades”, Quiroga se refiere a que se fueron tomando lotes y levantándose asentamientos, casi sin control, además de alguno que otro hecho de corrupción en lo que hace al manejo y la adjudicación de viviendas. “Tampoco hubo ningún tipo de planificación”, remarca.
Migraciones
Un estudio realizado en 2010 por las investigadoras Liliana Bergesio y Laura Golovanevsky, que editó la Universidad Nacional de Jujuy, vincula el nacimiento de Alto Comedero con las políticas neoliberales de la década de 1990 en Argentina y menciona entre sus consecuencias “que el incremento de la desocupación y la pobreza provocaron migraciones hacia la capital”. De esa manera, plantean que es “el barrio que más ha crecido comparativamente en San Salvador de Jujuy. Y es, además, un lugar geográfica y socialmente periférico donde se concentra gran parte de la población de menores recursos de la ciudad”.
“Alto Comedero puede ser considerado un espacio urbano periférico donde se expresan indicadores de exclusión y vulnerabilidad social”, afirman en el trabajo.
LA GACETA en Jujuy: quién es Ana, el nombre que lleva tatuado en el pecho el presunto asesino serialUna ciudad en sí misma
El barrio es prácticamente una ciudad. Si uno recorre la avenida Forestal -la principal de Alto Comedero- puede encontrarse con una sucursal del Banco Macro, con un hospital recién inaugurado (antes ya había otro, pero edificaron uno nuevo), con escuelas, con una base de la Patrulla Motorizada de la Policía y hasta con la obra en marcha de una “ciudad deportiva”, como menciona el cartel que instalaron delante de un esqueleto enorme de líneas de cemento que se entrecruzan, casi formando un domo.
Siete seccionales
El oficial de una comisaría indica que la extensión del barrio es tan amplia que hay siete seccionales para cubrirla. Ante la pregunta de cuál es el delito más frecuente o las situaciones que más requieren de su intervención, no duda: los accidentes de motos y los delitos contra la propiedad.
Alto Comedero suele atraer una gran cantidad de público por su popular feria, una de las más grandes del país. También tuvo su época de fama a principios de los años 2000 cuando Milagro Sala comenzó a edificar “El Cantri”, como llamaron al barrio de la Organización Túpac Amaru. Y de nuevo más adelante, cuando fueron tomados los terrenos del Aero Club, que terminó trasladándose. “El Aero Club era una sociedad rural, ahí no entraba cualquiera, estaban los hangares de los aviones y la gente de la alta sociedad”, recuerda Quiroga. Hoy es un sector de casas precarias, con calles de tierra y graves problemas de cloacas e instalación eléctrica.
El barrio Aero Club
“Nosotros ingresamos en el año 2011, por una necesidad habitacional, y se fue transformando en lo que es hoy: un barrio de 46 hectáreas, con más de 3.000 familias”, dice Roberto Gramajo, quien se jacta de ser uno de sus fundadores. Habla con LA GACETA mientras acompaña a un grupo de personas que pintan un mural y limpian la zona.
Las víctimas del presunto asesino serial de Jujuy: “Fueron mis amigos y me duele mucho todo esto”Luego enumera los problemas de vivir ahí: “Está el tema de la luz, el agua, los servicios, porque no teníamos y estábamos enganchados, ¿viste? Pero hicimos siempre la lucha, la permanencia, y después de 14 años tenemos una apertura de diálogo con el Gobierno y las empresas prestatarias de servicios”, destaca, para luego mencionar que “ya se iniciaron las obras de agua y luz, pero ha sido bastante duro”.
“Barrio emergente”
Gramajo cuenta que cuando recién llegaron vivían en carpas. “El Aero Club ya no podía estar acá, entonces convocamos a los vecinos, decidimos ingresar, limpiamos el predio y sostuvimos la lucha hasta el día de hoy”, relata. “Fue por necesidad. Tuvimos que aguantar muchas cosas, todos nos discriminaban, este era un barrio emergente”, agrega.
Asesino serial en Jujuy: ¿qué es el Equipo de Antropología Forense que ayudará a identificar a las víctimas?El hombre aclara que nunca estuvieron con Milagro Sala y que, por el contrario, tuvieron problemas con ella. “Esa gente quería invadir, querían presionar y tomar ellos las decisiones, nos querían sacar de acá. Ella tenía poder en su momento, pero nosotros demostramos que habíamos llegado antes y que vinimos autoconvocados por necesidad habitacional. Así fue nuestra lucha”, resume.